Dos sospechosos de participar en el asalto y robo de US$ 250.000 a dos hermanos comerciantes, el lunes a la mañana en Minga Guazú, fueron detenidos por agentes de Investigación de Delitos. Uno de los sospechosos intentó correr y fue perseguido hasta ser alcanzado. Los investigadores llegaron hasta los mismos mediante un documento hallado en un automóvil abandonado la noche anterior al atraco.
El procedimiento se realizó el lunes a las 15:30 horas en inmediaciones de la terminal de ómnibus.
Los sospechosos aprehendidos son Ignacio Ramón Garcete Garcete (29), domiciliado próximo al lugar del procedimiento, y Edgar David Franco Paredes (30), vecino del barrio Santo Domingo, quien fue liberado pocas horas después de su aprehensión. Según los investigadores, el primero de los citados intentó correr al verlos y tuvieron que perseguirlo para poder detenerlo. El mismo sería el propietario del automóvil Toyota Premio rojo, con chapa CDY 450, que fue abandonado por tres desconocidos el domingo a la noche en el Km. 16 Monday de Minga Guazú, tras una persecución.
Dentro del citado rodado los investigadores encontraron una boleta de una casa de empeño denominada “Johana”, de la ciudad de Hernandarias. Al verificar las cámaras de seguridad del local vieron a Garcete, por lo que procedieron a detenerlo como sospechoso de participar del millonario asalto. Pero según fuente, Garcete y Franco no tienen ninguna relación con el caso. El “pecado” de Garcete fue huir de agentes policiales y abandonar su vehículo en la misma zona donde los autores del atraco abandonaron la camioneta Chevrolet S-10 que usaron para interceptar a las víctimas.
EL ATRACO
Los hermanos Celso Aricaye Franco y Jorge Osvaldo Aricaye, comerciantes de CDE, se dirigían al aeropuerto Guaraní cuando en el Km. 19 de la Ruta VII fueron interceptados a tiros por encapuchados. Uno de ellos fue herido en la pierna. En la comisaría dijeron que fueron despojados de US$ 250.000 (G. 1.387 millones), que uno de ellos tenía que viajar a Chile y que el dinero sería para comprar mercaderías.
La Policía Nacional dio participación del Dpto. Contra Delitos Económicos para investigar si realmente las víctimas transportaban dicha suma y cuál era el origen. Existen sospechas ante el valor bastante elevado, teniendo en cuenta que difícilmente alguien con tal cantidad pueda pasar por un aeropuerto sin que nadie se percate. Además solo está permitido transportar hasta US$ 10.000 sin declarar.